¿Cuánto vale para ti tu salud?

¿cuánto vale para ti tu salud?

Pasar el rato en el sofá o salir a caminar; encender un cigarrillo o practicar la meditación; ver otro capítulo o empezar a leer un libro.

Nuestras acciones diarias determinan nuestra salud en todos sus campos, desde el buen estado físico a una mente equilibrada. Y la alimentación juega un papel clave en todo esto.

En este artículo hablamos del consumo ecológico frente al consumo convencional.

Nuestros hábitos de consumo tienen un poder inmenso para cambiar las cosas. Nuestras decisiones de compra se han convertido en una decisión ética debido al impacto que tienen a nivel social y medioambiental.

Una de las más grandes enseñanzas y/o reflexiones que ha dejado el reciente COVID-19 en nuestras vidas es el replanteamiento de la alimentación. Hemos visto que este hecho tan básico y elemental como respirar resulta, en efecto, esencial. Pero el impacto del COVID-19 no es el único. Quizá el más notable debido a su inmediatez e imprevisibilidad, aunque los efectos de una alimentación deficiente ya se venían dando desde mucho tiempo antes.

Invitamos a participar en el artículo a la globalización y al crecimiento demográfico. Estos dos factores, de los que no vamos a extendernos aquí porque no es el objeto, han condicionado y modificado el sistema agrícola con el pasar de los años. ¿A qué nos referimos? A que la demanda de alimentos en cantidad, así como de cierta estética, han hecho de la agricultura actual una agricultura más pobre.

tomate

Por poner un ejemplo rápido, nos hemos acostumbrado a tomates rojos rojos, redonditos, brillantes, con piel delgada y sin defecto alguno. Es decir, tomates que han sufrido pérdida de sabor y de propiedades.

¿Dónde quedan los tomates grandes y deformes, menos brillantes pero cargados de aroma, quizá con semillas más grandes, quizá con pieles más gruesas? Tomates «de cuando mi abuelo», tal vez. Tomates puros, tradicionales, que contienen gran cantidad de nutrientes y, sobre todo, destacan por su sabor a tomate.

Esto podemos trasladarlo a cualquier otro ejemplo de frutas y verduras. Y es una pena, en realidad. Por el sabor y demás, pero, en el caso que nos ocupa, por los nutrientes.

Hablamos de salud alimentaria en este artículo. Decimos que gran parte de los alimentos que se producen hoy en día son menos nutritivos. Parece que comer se haya vuelto un simple proceso más, como ir al trabajo o lavarnos los dientes.

¿Qué aporta la producción ecológica, entonces, frente al cultivo convencional?

La producción ecológica recupera esos orígenes donde la alimentación era un fin y no un medio; un valor y no un instrumento.

La ecología trata de poner en valor la importancia de una alimentación saludable y sostenible, porque lo sabemos, porque nos hemos dado cuenta. No todo vale cuando hablamos de alimentación.

Aunque actualmente tengamos la esperanza de vida más larga de nuestra historia, sentimos que se nos queda corta. Vivimos una vida acelerada. Es por eso que nuestras acciones diarias determinan nuestra salud.

Entonces, llegados a este punto, tras leer este artículo, solo nos queda lanzar una pregunta: ¿cuánto vale para ti tu salud?

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