Cocina con alcachofas de Huerta del Perigall

La alcachofa es una verdura (en realidad es la flor, no madura, de la alcachofera) que, en nuestro país, se consume desde octubre hasta abril, aproximadamente. España es uno de los países con mayor producción de alcachofas (se cultivan y producen más de 30% de las alcachofas del mundo) y dentro de él, la Comunidad Valenciana es una de las regiones donde más se cultiva y consume. Prefiere climas suaves y templados (Mediterráneo).

Conocidas son sus propiedades saludables:

La alcachofa es un digestivo natural.

Además, las alcachofas tienen muy pocas calorías, son ricas en hierro, sus ácidos ayudan a disminuir el colesterol en sangre, favorecen la digestión de las grases, son diuréticas y ayudan a no retener líquidos, ricas en fibra, favorecen la digestión, se usa en problemas de hígado (cirrosis o hepatitis), ayuda a producir bilis (ayuda a limpiar la vesícula y a que no se formen piedras biliares), reduce los niveles de azúcar en sangre (recomendable para los diabéticos), su alta concentración de magnesio ayuda a permanecer relajados

Y más.

Una vez que ha quedado claro lo saludables que son, vamos a hablar de lo exquisitas que resultan como alimento.

Es importante saber cómo elegir una alcachofa, cómo pelarla y cómo cocinarla.

Conviene escoger alcachofas compactas, con las hojas bien formadas y que luzcan un color verde claro. Cuanto antes se consuman, una vez recolectadas, mejor. Como siempre, lo ideal es consumirlas ‘de la huerta, a la mesa’. Y si son ecológicas, mejor que mejor, cultivadas sin pesticidas ni productos nocivos, en tierra sana.

Si aprietas una alcachofa cerca del oído y cruje es que está en su mejor estado. Pero no pasa nada si han perdido un pelín su frescura: se pueden cocinar igualmente.

Los expertos recomiendan preparar así las alcachofas.

Se pueden preparar crudas en ensaladas y entrantes, al vapor, a la plancha, rellenas, al horno o en guisos. Aquí encontrarás algunos errores que mejor evitar al cocinarlas.

Los vinos que mejor maridan con las alcachofas son los blancos, el cava, el fino y el amontillado (de menor a mayor sequedad).

Si las comes en público o en algún acto oficial, aquí puedes ver cómo se deben comer las alcachofas.

De las muchísimas recetas con alcachofas ecológicas que podríamos compartir hemos optado por dos muy básicas para que cualquiera pueda preparárselas de forma sencilla y rápida. 

Alcachofas ecológicas a la plancha

Ingredientes: alcachofas – 1 limón – Harina – Sal al gusto – Pimienta

Se lavan las alcachofas y se retiran las hojas duras. Cortar la cima. Poner las alcachofas en agua con limón y harían unos 20 minuto. Freír en aceite hirviendo durante unos 5 minutos. Abrir las alcachofas en forma de flor y darles un golpe de calor a la plancha. Sazonar con sal y pimienta al gusto.

Tortilla de alcachofas ecológicas

Ingredientes:  en sidebar lateral.

Limpiar las 6 alcachofas hasta quedarnos con la parte más tierna. Conforme se van limpiando, meterlas en un bol con agua y limón para que no se oscurezcan. En una sartén, sofreír los dientes de ajo picaditos y las alcachofas con aceite de girasol, hasta que se doren ligeramente por ambos lados (pinchar la parte blanda para saber si ya están). Sacarlas y ponerlas en papel absorbente. Batir los huevos en un bol, añadir sal y pimienta y las láminas de alcachofas con los ajos picaditos. Mezclar bien todo y verterlo en una sartén. Cuando los bordes se comienzan a cuajar, darle la vuelta a la tortilla.

Podemos decorarla en el plato con perejil fresco picado y con unas láminas de alcachofas fritas por encima.

Como ves, recetas sencillas y exquisitas de degustar: que no falten en tu mesa.

Os recordamos que podéis comprar nuestras alcachofas ecológicas en nuestra tienda online y en nuestra huerta en San Antonio de Benagéber. Y ya sabéis cuánto nos gusta que vengáis a visitarnos y ver nuestros cultivos en persona, aunque sea de vez en cuando.

‘’El corazón, es la alcachofa del amor’’  (Ramón Gómez de la Serna)

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